Hundertwasserhaus se encuentra en una zona poco monumental y que no debería por qué tener tanta afluencia de visitantes.
Pero este conjunto de edificios, tan alejado de las zonas más turísticas, se ha convertido por mérito propios en una de las principales atracciones de Viena y que cautiva a todo el que la visita.
Hundertwasserhaus parece un puzzle arquitectónico. Se trata de un conjunto de edificios con formas y colores inimaginables que no te debes perder en Viena.
Visitar Hundertwasserhaus y disfrutar de sus formas
Merece la pena ir caminando o en tranvía hasta este conjunto de edificios residencial.
Su construcción comenzó a gestarse cuando en 1977 el alcalde de Viena encargó al polifacético artista Friedensreich Hundertwasser el diseño de unas viviendas sociales.
No fue hasta 1983 cuando comenzaron unas obras que finalizaron 2 años después.
Este conjunto de edificios está formado por viviendas, locales comerciales, jardines y varias azoteas y de su exterior cabe destacar sus coloridas fachadas y que no hay formas rectas.
Destacan también los árboles que asoman sus ramas al exterior de la fachada y que realmente se encuentran en el suelo dentro de las viviendas. Sin duda, es un edificio que rompe todas las reglas arquitectónicas de todas las épocas.
Su interior también es posible visitarlo, ya que aunque las viviendas lógicamente son privadas, podemos entrar en los locales comerciales y admirar sus suelos ondulados y sus vigas con formas extrañas.
No te pierdas los baños de uno de los locales, te sorprenderán.
Cerca de estos edificios se encuentra el Museo Hundertwasser, donde se expone una serie de obras creadas por el artista del mismo nombre .
De no ser que seas un gran admirador de este artista mejor que no lo visites pues las obras que se exponen son muy peculiares y extravagantes.