La Mezquita-Catedral de Córdoba es la principal construcción de todo el occidente islámico, declarado Patrimonio de la Humanidad, y en donde podemos encontrar una rica mezcla de estilos arquitectónicos.
Afortunadamente para todos nosotros, tras la conquista cristiana de Córdoba, no se destruyó esta mezquita como ocurrió en otros lugares sino que se integró la Catedral en ella para el culto católico. Por eso en un lugar único en el mundo y de los más asombrosos y el principal monumento que ver en Córdoba.
Te recomendamos realizar esta visita guiada a la Mezquita de Córdoba en la que desubrirás este templo único tanto en el mundo islámico como en el cristiano..
Breve Historia de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Los visigodos ya disponían en este lugar de una basílica antes de la invasión musulmana del año 711.
Fue en el año 785 cuando los musulmanes comenzaron a construir este bello edificio convirtiéndose en la segunda mezquita más grande del mundo por detrás de La Meca.
Por cierto, que no se encuentra orientada a la ciudad árabe, sino hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de Al-Andalus.
En los siglos posteriores, la Mezquita de Córdoba fue sufriendo diversas ampliaciones hasta que en 1238, tras la Reconquista de la ciudad se reconvertió en catedral católica conservando su estructura.
Diversas reformas posteriores añadieron elementos renacentistas, barrocos y platerescos dotándole de esa mezcla de estilo que hoy podemos disfrutar.
Qué ver en la Mezquita de Córdoba

El conjunto que forma con el Puente Romano de Córdoba es una imagen típica de la ciudad y de lo más fotografiado. Pero al entrar en su interior, su belleza cautiva a cualquier visitante.
La Mezquita de Córdoba está formada por varios espacios como son el Patio de los Naranjos, antiguamente el Patio de las Abluciones, donde se encuentra el antiguo alminar.
En el siglo XVII, este elemento fue transformado en el campanario de la Catedral y es el que podemos ver actualmente. Otro espacio definido en la Mezquita de Córdoba es la espectacular Sala de Oración, la zona más famosa del monumento, formada por un bosque de 800 columnas de mármol, gratino y jaspe sobre las que descansan 400 arcos de herradura de dos colores.
El Mihrab, el elemento que suele señalar la dirección de La Meca (y que ya hemos dicho que aquí no es así) es otra gran joya del monumento.
Está compuesta por estuco, mármol y mosaicos bizantinos con colores vivos y brillantes sobre un fondo de oro. Tu mirada no puede dejar de admirar todos estos elementos.
Pero esto no es todo lo importante que ver en la Mezquita de Córdoba porque mezclada con todos elementos musulmanes encontramos la Catedral, levantada en su interior. De aquí destacamos la Capilla Mayor y el Coro, así como las numerosas capillas que rodean la nave.
Entre estas capillas hay que destacar la Capilla de San Clemente, utilizada como museo, la Capilla de San Pedro, la Capilla de San Bartolomé, la del Sagrario o la del Espíritu Santo. En la de San Bartolomé se encuentra enterrado el famoso escritor Luis de Góngora.
El Tesoro de la Catedral es otro punto de interés en tu visita a la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Puedes encontrar más informacion en la página oficial de la Mezquita-Catedral de Córdoba.