El Monumento a los Descubrimientos se construyó en 1960 para celebrar y recordar los quinientos años desde la muerte de Enrique el Navegante, el cual fue el descubridor de Madeira como de Las Azores y Cabo Verde.
Se encuentra en el barrio de Belem y cualquier visitante le parecerá curioso cómo se alza el imponente monumento.
Mide unos impresionantes cincuenta y dos metros de altura, por lo que se ve el monumento desde bastante lejos. Participó el escultor Leopoldo de Almeida y el arquitecto José Ângelo Cottinelli Telmo, que edificaron este gigantesco monolito de piedra en forma de carabela.
Cómo visitar el Monumento a los Descubrimientos
En el Monumento a los Descubrimientos aparecen 33 personajes ilustres y grandes personalidades que representan la época dorada de Portugal: la Era de los Descubrimientos en el siglo XVI, y todos miran al río Tajo.
Si se observa el monumento detalladamente, se puede ver a los lados el escudo de Portugal y encabeza en la entrada la espada de la Dinastía Avís, la de Manuel I, monarca y mecenas de los famosos y célebres exploradores y navegantes portugueses que viajaron hasta los lugares más remotos de la Tierra, como la India o América. Se puede entrar perfectamente al edificio.

A modo de curiosidad, hay que señalar que su nombre original, Padrão dos Descobrimentos, el término Padrão designa en portugués un monolito de piedra rematado por una cruz que tenía las armas portuguesas grabadas y una inscripción. Este monolito era utilizado por los navegantes portugueses para certificar que donde se colocase, esas tierras eran conquistadas por la Corona de Portugal.
El Mirador del Monumento a los Descubrimientos
Si se sube a la parte superior y se mira hacia abajo veremos una gran rosa de los vientos, de unos cincuenta metros de diámetro, y en el centro un mapamundi.
En el mapamundi veremos las rutas que siguieron los descubridores a los que se dedica este gran monumento. Esta parte resulta un regalo de Sudáfrica en el momento de la construcción.
Desde el suelo también se puede observar la gran rosa de los vientos, pero no se apreciará su gran totalidad y majestuosidad si no se mira de un lugar más elevado.
Desde la parte superior también podremos contemplar una panorámica del Monasterio de los Jerónimos y al otro lado del Tajo veremos la estatua del Cristo Rey y también el Puente del 25 de Abril.
Puedes encontrar más información en la página oficial del Monumento a los Descubrimientos.