En la parte más alta de Tarragona podemos encontrar la Catedral de Tarragona, una de las catedrales catalanas que merece la pena visitar.
Se encuentra muy cerca del famoso mirador desde el que obtenemos unas vistas geniales del Puerto, de la estación de ferrocarril y de las playas,
Se trata de un templo gótico construido sobre un antiguo templo romano, después visigodo y posteriormente mezquita.
Historia de la Construcción de la Catedral de Tarragona
La antigua ciudad romana de Tarraco disponía de un templo dedicado a Augusto.
Este templo fue adaptándose a los posteriores pobladores de la ciudad hasta que en el siglo XII se decidió construir un templo cristiano.
Parece ser que inicialmente el aspecto de la Catedral iba a ser muy distinto con poca ornamentación y de estilo románico.
Pero en 1195 se cambiaron por completo los planos y se decidiera construir un templo menos austero con el consiguiente enfado de los tarraconenses por el aumento de impuestos hasta que se decidiera que las aportaciones fueran voluntarias.
Las obras continuaron hasta el siglo XVIII y fue restaurada en los años finales del siglo XX.
El Exterior de la Catedral de Tarragona

A ambos lados de esas escaleras se encuentran sendas fuentes desde ya puedes observar la puerta principal, de estilo gótico con arcos apuntados y dominada en el centro con una escultura de la Virgen escoltada por esculturas de los apóstoles, otros santos y una escena del Juicio Final.
A los lados de esta puerta principal se encuentran otras dos puertas románicas más pequeñas por las que se acceden a las diferentes naves de la Catedral, y sobre la puerta un gran rosetón de 12 metros de diámetro.
Sobre las puertas laterales de la fachada principal también podemos ver dos rosetones más pequeños.
El Interior de la Catedral de Tarragona
Cuando accedemos al interior de la Catedral de Tarragona observamos la presencia de tres naves con un estilo de transición del románico al gótico, siendo la nave central más alta que las laterales.
La Catedral tiene forma de cruz latina y de la misma podemos destacar las bóvedas de crucería, el cimborrio octogonal y los tres ábsides.
En las naves laterales podemos encontrar numerosas capillas, como suele ser habitual en este tipo de catedrales, de entre las que podemos destacar la Capilla de Santa María.
Pero la más importante es la que se encuentra en la nave central, la Capilla Mayor, donde se encuentra un espectacular retablo gótico de alabastro, construido en el siglo XV y donde destacan las esculturas de la Virgen María, Santa Tecla y San Pablo.
También en ese lugar está el Sepulcro de Juan de Aragón, que fuera arzobispo de la ciudad.
El claustro, el órgano, el coro y las vidrieras son otros de los elementos importantes que ver en la Catedral de Tarragona. No debes perderte tampoco el Museo Diocesano y su colección de tapices.
Si quieres encontrar más información puedes hacerlo en la página oficial de la Catedral de Tarragona.