Seguramente la Capilla Sixtina sea la bóveda más famosa del planeta.
Sus frescos son la referencia de la excelencia y visitarla te hace contener la respiración para poder admirarla mejor y sentir toda la historia que esconden sus muros y sobre todo el secreto mejor guardado del catolicismo, la elección de los Papas.
Miguel Angel dedicó 4 años de su vida en pintar la Capilla Sixtina y sin duda se puede decir que es un gran obra maestra y el mayor tesoro que podemos encontrar en el Vaticano.
La Construcción de la Capilla Sixtina
La Capilla Sixtina es una de las más de 1.000 estancias que componen el Palacio Apostólico del Vaticano.
Su construcción se realizó, por orden de Sixto IV y de ahí su nombre, entre los años 1477 y 1480 siendo un edificio rectangular sin grandes adornos ni decoración en su exterior.
El interior de la Capilla Sixtina fue decorado inicialmente por varios pintores, entre ellos Botticeli, que pintaron las paredes con escenas de la vida de Moisés y de Jesucristo.
En 1508, por orden de Julio II, Miguel Angel inició la decoración de la bóveda dando como resultado 4 años después, la mayor obra de arte de la historia que recuerda la humanidad. Y eso, a pesar de que a MIguel Angel no le gustaba el trabajo encargado.
A pesar de ello, puso gran esmero y hoy podemos disfrutar de esta maravilla. De hecho, Miguel Angel creía que el encargo era conspiración para que fracasara pero dejó claro que él era un grandioso artista.
Qué ver en la Capilla Sixtina

Como el recorrido es largo, su visita se hace esperar y por tanto la emoción va creciendo según recorres todas las estancias.
Y cuando llegas por fin a ella, cruzas una puerta y te encuentras de repente ante esta belleza.
Los frescos de sus paredes, los pintados por orden de Sixto IV, son ya una gran obra de arte.
Pero todas las miradas se dirigen al techo y a la pared situada sobre el altar mayor. Son las pinturas que Miguel Angel dejó como legado.
Antes del encargo, el techo estaba pintado en azul con estrellas doradas pero Julio II quería algo más espectacular.
Actualmente, en el techo podemos ver diferentes escenas del Génesis, 9 en total, siendo la más famosa de todas la Creación de Adán, en donde Dios está a punto de tocar el dedo de Adán para darle vida.
En la pared sobre el altar mayor encontramos la otra gran obra de Miguel Angel dentro de la Capilla Sixtina.
Se trata de El Juicio Final, que en realidad fue pintado 30 años más tarde que la bóveda, tiene más de 150 metros cuadrados y en ella se representa el Apocalipsis.
Fue además objeto de polémica porque Miguel Angel pintó cuerpos desnudos que no gustaron nada a los cardenales de la época y por eso años más tarde los genitales fueron cubiertos por otro pintor.
El Cónclave para la elección del Papa
Además de por sus frescos, la Capilla Sixtina es también famosa por ser el lugar donde se celebra el Cónclave para la elección del Papa.
Estos se celebran aquí desde 1878 celebrándose en el Vaticano desde 1455 y anteriormente en la Basílica de Santa María Sopra Minerva, situada junto al Panteón de Roma.
Durante el Cónclave se instala una chimenea donde se queman las papeletas de los votos de los cardenales y se produce la famosa fumata negra o blanca que anuncia el resultado a los fieles que se encuentran en el exterior.
¿Cómo se visita la Capilla Sixtina?
La Capilla Sixtina es uno de las estancias que se visitan durante el recorrido por los Museos Vaticanos y su entrada está incluida en la misma. Por tanto para visitar la Capilla Sixtina deberás adquirir la entrada completa de los museos.
Si quieres visitarla no dejes de leer nuestro artículo dedicado a los Museos Vaticanos.
Normalmente existe mucha gente pero su aforo está limitado por lo que puede ser que tengas que hacer cola en el exterior de la capilla esperando que los que están dentro vayan abandonado el lugar.
Es obligatorio guardar silencio en el interior y los vigilantes estarán pendiente de que se cumpla, aunque hay que decir que muchas veces su insistencia para que la gente guarde silencio es lo que realmente rompe el silencio. Tampoco se pueden realizar vídeos ni fotografías.