El viaje a Roma que contamos en este diario los realizamos en junio de 2010 durante 4 días, de sábado a martes. Nuestra salida desde Madrid la realizamos el sábado por la mañana llegado a mediodía a la ciudad eterna y aprovechando la tarde para comenzar a visitar Roma.
Después de caminar bastante para conocer todo lo que hay que ver en Roma volvimos a Madrid el martes por la tarde. Fueron 4 días muy intensos en los que conocimos todo lo importante que visitar en Roma.
Y además de visitar Roma, también hicimos una visita a la Ciudad del Vaticano disfrutando de su museo y sus monumentos.
La preparación del viaje
El viaje de ida lo realizamos con Ryanair. Desde entonces decidimos no volver a volar con esta compañía a menos que no haya remedio. Los motivos son varios, pero no son cuestión de este artículo. Para la vuelta elegimos otra compañía de bajo coste, aunque mucho más seria, como Easyjet.
Para los traslados hasta Roma, en la ida utilizamos el autobús de Terravision, llegábamos al Aeropuerto de Ciampino, mientras que la vuelta, que salía desde Fiumicino, utilizamos el Leonardo Express, el tren que sale de Termini.
El hotel lo reservamos, como casi siempre, en hoteles.com. Fue el Hotel Argentina, un hotel muy sencillo pero acogedor muy cerca de Termini, donde los alojamientos son más baratos.
Para movernos, sacamos la Roma Pass, que además de tener transporte gratuito ilimitado te da la posibilidad de entrar gratis a los 2 primeros monumentos que entres evitando colas.
Día 1. Un paseo por el centro de Roma
Tras llegar a Roma, dejar las maletas y comer, comenzamos la visita a la ciudad. El primer punto visitado fue la Piazza della Repubblica, donde se encuentra una de las iglesias que más nos sorprendió, la Basílica de Santa María de los Ángeles. Su interior es excepcional aunque su fachada diga poco.
Desde allí comenzamos a caminar hacia la Piazza Barberini, donde se encuentra la bonita Fontana del Tritone. A su lado la menos conocida Fontana delle Api. Muy cerca está una de las principales plazas de Roma, la Piazza di Spagna con su Fontana della Barcaccia.
Nosotros entramos por arriba, donde está la Iglesia de Trinita de Monti, en la plaza del mismo nombre, y desde donde parten las famosas escaleras que te llevan a la Piazza di Spagna.
Desde allí parte la Vía Condotti, con sus tiendas de lujo, para desembocar en otra calle muy comercial, Via del Corso. Subiendo por ella, llegamos a la Piazza del Popolo, donde se encuentra un obelisco y la Iglesia de Santa María del Popolo.
El siguiente destino fue la Piazza della Rotonda, dejando atrás el Ara Pacis, para visitar el Panteón de Agripa, el edificio mejor conservado de la Antigua Roma que podemos visitar en esta ciudad.
Para finalizar el día, dejando atrás la Iglesia de Santa Maria Sopra Minerva, llegamos a otro de los principales puntos de interés de Roma, y quizás el más visitado, la Fontana di Trevi. Se trata uno de los lugares más concurridos y más mágicos de Roma y como manda la tradición hay que hacerse una foto mientras tiras una moneda.
Así finalizaba un día en el que habíamos visitado lo más importante que ver en el centro de Roma.
Día 2. De paseo por los monumentos históricos de la Antigua Roma
Hoy tocaba visitar el lugar donde comenzó todo. El centro de la Antigua Roma. Y el principal monumento del lugar es el Coliseo, al que llegamos en Metro desde nuestro hotel. Allí las colas eran inmensas pero teníamos la Roma Pass y con ella pudimos acceder sin pagar y sin hacer colas.
Estar dentro del Coliseo impresiona y te imaginas cómo eran allí los espectáculos hace 2000 años. En su exterior está el Arco de Constantino y muy cerca el Foro Romano y el Palatino, los lugares que visitaríamos después.
Visitar estos lugares sin una guía es muy difícil pues no quedan más que ruinas, algunas mejor conservadas que otras. Pero llevábamos una guía en MP3 que nos iba contando todo y pudimos conocer cómo era la vida en la Roma de hace 2 milenios.
Tras estas visitas fuimos hasta otro lugar cercano, muy importante en la antigüedad, las Termas de Caracalla, donde te explican cómo funcionaban y la importancia que tenía para los ciudadanos romanos. El Circo Romano, del que tampoco queda mucho, está al lado, y lo vimos desde el autobús que nos llevó a otro lugar mágico de Roma, la Iglesia de Santa María in Cosmedin, donde está la Boca de la Verdad.
Continuando hacia el centro de Roma se encuentra el Teatro de Marcello y justo al lado la Piazza del Campidoglio, donde se encuentra el Ayuntamiento de Roma y la Loba Capitolina. Se trata de la primera plaza de la Roma moderna que se construyó.
La Piazza de Venezia y el imponente monumento dedicado a Victor Manuel II, muy polémico, fue nuestro último destino del día. A pesar de la polémica por este blanco monumento, no se puede negar que impresiona.
Para finalizar el día, cenamos en los alrededores de la Fontana di Trevi.
Día 3. Ruta de iglesias y basílicas y final del día en el Trastevere
Roma es una ciudad plagada de iglesias. No existe otra en el mundo donde puedas ver tantas. Y el día de hoy iba a estar dedicado a ellas.
El primer lugar que visitamos fue la Basílica de San Clemente, muy cerca del Coliseo. En realidad es como si fueran tres basílicas superpuestas construidas en diferentes siglos. Resulta muy curioso ir visitándolas.
Cerca está la Basílica de San Juan de Letrán, la considerada Catedral de Roma. Tanto su fachada como su interior merecen una visita. Al igual que la Basílica de Santa María la Mayor, el siguiente destino, del que nos quedamos con su interior aunque la fachada también es muy bonita.
La ruta de las iglesias la finalizamos en la Basílica de San Pietro in Vincoli, construida para albergar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén y que alberga una de las obras maestras de Miguel Ángel, el Moisés.
Pero nuestro viaje continuaba y tras caminar por la zona del Foro Romano y ver desde fuera el Mercado de Trajano llegamos al centro de la ciudad para visitar más iglesias. En primer lugar, el Gesú, una obra maestra del barroco cuyo interior te dejará boquiabierto.
La Iglesia de Santa Agnes, situada en la Piazza Navona, era la siguiente en visitar. Esta plaza es sencillamente espectacular, tanto por los edificios que la rodean como por las 3 fuentes del centro de la misma. La más impresionante la del centro, la Fontana dei Quattro Fumi, obra de Bernini, pero las otras dos también son espectaculares.
Para finalizar el día, caminamos atravesando la Isla Tiberina hasta el Trastévere, uno de los barrios con más ambiente. Este día no había mucha gente porque había un partido de fútbol de Italia pero aún así lo pudimos disfrutar.
Día 4. Visita a el Vaticano
Nuestro último día en Roma lo dedicamos a visitar el Vaticano. Nuestro vuelo salía a última hora de la tarde así que teníamos todo el día para hacerlo.
Hasta allí llegamos en Metro y lo primero fue ir hasta los Museos Vaticanos, a los que accedimos saltándonos la inmensa cola gracias a que ya habíamos comprado las entradas por internet. Recorrer este museo es una delicia y aún más si al final la recompensa es visitar al Capilla Sixtina. Impresiona este lugar aunque creemos que está un poco masificado. Imaginad verla en solitario.
Tras salir de los museos fuimos hasta la Plaza de San Pedro para admirar sus columnas y la fachada de la Basílica de San Pedro a la que entramos tras hacer media hora de cola. El interior es increíble y lleno de obras de arte como la Piedad de Miguel Ángel o el Baldaquino de Bernini. La visita la completamos visitando las grutas donde están las tumbas de los Papas. Por falta de tiempo no subimos a su increíble cúpula, algo que dejamos para una posterior visita.
Nuestro viaje a Roma finalizó visitando el Castel de Sant Angelo y admirando el conjunto que forma con el puente que cruza el Río Tíber frente a él.
Y si queréis contactar con nosotros:
contacto@lugaresquevisitar.com
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