El Elevador de Santa Justa, también conocido como el elevador do Carmo, es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad, siendo además una forma más de transporte público en Lisboa.
Las obras del ascensor comenzaron en 1900 y culminaron en julio de 1902, por el ingeniero portugués de origen francés Raoul Mesnier, el cual era un discípulo de Eiffel.
Este majestuoso elevador se creó en el corazón de Lisboa cerca de la calle Do Orou y el dia de su inauguración se vendieron más de 3000 entradas.
Cómo es el Elevador de Santa Justa
En su comienzo, el Elevador de Santa Justa, trabajaba con vapor, pero cinco años más tarde el 6 de noviembre de 1907, se pasó a la energía eléctrica.
Cabinas adornadas con madera reluciente, apliques de bronce y grandes espejos las cuales permiten hasta 25 personas subiendo y 15 personas bajando. Cada cabina cuenta con 2 motores.
Es el único elevador de Lisboa que se encuentra en forma vertical y al aire libre, es una estructura metálica de 45 metros de altura, es una obra de arte gotico-renancestista.
Aún sigue en funcionamiento el 90% de la maquinaria, incluyendo la caja del ascensor con todo lujo de detalle y materiales usados a finales del XIX.
Subir en el Elevador de Santa Justa
Al subir los por el elevador puedes salir de la estructura metálica a la plaza Carmo.
Pero si quieres tener una de las vistas más hermosas, debes subir por la escalera en forma de caracol el cual ofrece la mejor vista de la ciudad de Lisboa donde podemos ver sus colinas y el Castillo San Jorge se ve perfecto.
Al llegar a la terraza se encuentra un encantador restaurante al aire libre donde se puede comer alguna especialidad de la ciudad, permite saborear un riquísimo café brasilero y nos brinda una vista de 360 grados.
Lo más recomendable es subir en las tardes ya que puedes disfrutar de los mejores atardeceres.
Es tan hermosa su arquitectura que de no poder subir por lo costoso, se puede disfrutar también desde abajo, en la noche es un sueño con todas esas luces encendidas, sin duda nos puede recordar la torre Eiffel.
El elevador estuvo cerca de ser destruido por el incendio que arrasó el Chiado en 1988, pero se extinguió casi a sus puertas, es uno de los pocos monumentos de la Era Industrial en la ciudad fue convertido en un monumento nacional, un siglo después, en el año 2.002.
El viaducto de 15 metros de altura fue reabierto en 2006 después de varios años de trabajo en la zona. Es de los pocos elementos góticos que quedan en la ciudad. Este medio de transporte es la forma más rápida de llegar de La Baixa al Barrio Alto.