Uno de los lugares que más me gustaron de París fue la impresionante Sainte Chapelle, situada en la Ilé de la Cité y de lo mejor que ver en París.
Se trata de una iglesia con una gran historia a sus espaldas y en donde lo más importante que hay son las enormes vidrieras de la capilla superior y que entusiasman a cualquiera que tenga la gran suerte de verlas en persona.
Qué ver en Sainte Chapelle
Sainte Chapelle es un templo gótico, construido durante el siglo XIII en tan sólo 6 años, para contener las Reliquias de Jesucristo que el rey Luis IX compró al ultimo rey de Constantinopla.
Entre estas reliquias estaba la corona de espinas, el hierro de la lanza, la esponja y un trozo de la cruz.
Estas reliquias costaron más incluso que el propio edificio, cuyo principal atractivo son las vidrieras que representas diversas escenas religiosas y que se encuentran en la capilla superior.
Actualmente no alberga dichas reliquias. La mayoría fueron destruidas durante la Revolución Francesa y las que sobrevivieron se conservan en la Catedral de Notre Dame.
Las capillas de Sainte Chapelle

En la superior fue en la que fueron depositadas las reliquias y a la que sólo podían acceder el Rey y sus familiares y amigos.
Para el resto de parisinos, la capilla inferior era la única a la que podían acceder y la que se dedicaba al culto. Actualmente la capilla inferior es menos interesante que la superior.
En la capilla inferior podemos encontrar una imagen de la patrona del santuario, la Virgen, así como el fresco de La Anunciación, el mural más antiguo que se encuentra en la ciudad.
Este mural es del siglo XIII, de la época en la que se construyó el templo. En una de las esquinas se encuentra la escalera de caracol que te lleva hasta el lugar más espectacular de Sainte Chapelle.
En la capilla superior se encuentran las famosas vidrieras y las esculturas. Ambas parecen llevarnos hasta Jerusalén.
La capilla está formada por 15 vidrieras y cuenta con 1.113 escenas que narran la historia del hombre desde el Génesis hasta la Resurrección de Jesucristo. Si tienes la suerte de visitarla en un día soleado la imagen de su interior es algo que nunca olvidarás.
La vidriera más importante de todas es la que narra la historia de las reliquias de la Pasión y también hay que destacar la estatua de San Pedro, el Gran Relicario en el que estaban depositadas las reliquias y el rosetón que se encuentra al oeste y donde está representado el Apocalipsis.
Visitar la Conciergerie
Junto a Sainte Chapelle se encuentra otro de los edificios más impresionantes de París, la Conciergerie.
Aunque se puede decir que es espectacular desde el exterior, sobre todo si se ve desde el otro lado del Río Sena, también hay que destacar su interior.
Fue residencia de los Reyes de Francia hasta el siglo XIV para después convertirse en la prisión más famosa de Francia. Este fue el lugar donde fue encarcelada María Antonieta antes de ser ejecutada y era considerada como la antecámara de la muerte.
El terror todavía es posible sentirlo hoy en sus muros, en su enorme sala y en la recreación de la cárcel.
Puedes encontrar más información en la página oficial de Sainte Chapelle.
Puedes encontrar más información en la página oficial de la Conciergerie.