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Ruta en coche por los pueblos más bonitos de Segovia en 3 días. historia, castillos y paisajes inolvidables

¿Sabías que la provincia de Segovia alberga algunos de los pueblos más bonitos de España? Desde villas medievales con castillos imponentes hasta plazas porticadas, iglesias románicas y paisajes naturales que parecen sacados de una postal, esta tierra castellana es un tesoro por descubrir.

En este artículo te proponemos una ruta por Segovia en 3 días, ideal para hacer desde Madrid o desde la propia ciudad de Segovia. No es una simple lista de pueblos bonitos, sino un recorrido pensado para que aproveches al máximo tu tiempo, con paradas estratégicas, consejos prácticos y pinceladas históricas que te ayudarán a entender cada lugar.

Hemos visitado todos estos pueblos personalmente, en diferentes momentos del año, y te aseguramos que cada uno tiene algo especial. Además, si vives en Madrid, puedes hacer esta ruta en días alternos sin necesidad de alojarte fuera. Y si estás de viaje en Segovia, este itinerario es el complemento perfecto para conocer sus alrededores.

Prepárate para descubrir castillos medievales, plazas con siglos de historia, monasterios góticos, parques naturales y pueblos que parecen detenidos en el tiempo. ¿Nos acompañas en esta ruta por los pueblos más bonitos de Segovia en 3 días?.

Cómo hacer esta ruta por la provincia de Segovia en 3 días

Esta ruta por los pueblos más bonitos de Segovia está pensada para realizarse en tres días completos, aunque si dispones de más tiempo, mejor aún. Puedes hacerla de forma continua si estás de viaje por la zona, o en días alternos si vives en Madrid, como hemos hecho nosotros en varias ocasiones. La cercanía entre Madrid y Segovia permite escapadas cómodas y sin grandes desplazamientos.

Si estás alojado en la ciudad de Segovia, esta ruta es el complemento perfecto para conocer sus alrededores. De hecho, te recomendamos empezar por la propia capital segoviana. Aquí tienes nuestro artículo con lo mejor que ver en Segovia en un día, ideal para comenzar tu viaje con buen pie.

Segovia - Plaza Azoguejo

El recorrido está diseñado en forma de ruta circular, comenzando y terminando cerca de Segovia, lo que permite optimizar los tiempos de desplazamiento. Pero si prefieres hacerlo desde Madrid, también es perfectamente viable: solo tendrás que ajustar el punto de partida al primer pueblo del itinerario. Es una ruta perfecta para quienes disfrutan conduciendo sin prisas, con tiempo para parar en miradores, probar la gastronomía local y descubrir pueblos que aún conservan su autenticidad.

A lo largo de esta ruta descubrirás castillos medievales, plazas mayores porticadas, iglesias románicas, monasterios góticos, parques naturales y pueblos con encanto, cada uno con su propia historia y personalidad. Y como siempre, te lo contamos desde la experiencia, con consejos prácticos y curiosidades históricas que harán tu viaje más enriquecedor.

Ruta por los pueblos más bonitos de Segovia en 3 días

Esta ruta por la provincia de Segovia en 3 días incluye 11 pueblos con encanto, castillos medievales, plazas porticadas, iglesias románicas, monasterios góticos y paisajes naturales. Ideal para hacer desde Madrid o Segovia, el recorrido está organizado en forma circular para optimizar desplazamientos y disfrutar de la historia, la arquitectura y la naturaleza de cada lugar.

Día 1. Sotosalbos, Pedraza y Sepúlveda

El primer día de esta ruta te lleva por tres pueblos que combinan patrimonio románico, historia medieval y naturaleza espectacular. Es una jornada intensa, ideal para arrancar el viaje con fuerza.

Sotosalbos. Románico, leyendas y el Arcipreste de Hita

A solo 20 minutos de Segovia por la N-110, Sotosalbos es una pequeña localidad que guarda una de las joyas del románico segoviano: la Iglesia de San Miguel Arcángel, declarada Bien de Interés Cultural en 1973.

Construida entre los siglos XI y XIII, destaca por su galería porticada, una de las más bellas de Castilla, decorada con capiteles figurados que representan escenas como la Adoración de los Reyes Magos, luchas entre serpientes y basiliscos, arpías con gorros frigios, centauros, sirenas y hasta Sansón desquijarando al león.

En su interior se conserva una imagen sedente de Nuestra Señora de la Sierra (siglo XIII), un pantocrátor en estuco y una cruz parroquial gótico-renacentista con el punzón de Antonio de Oquendo, comunero del siglo XV.

Desde fuera ya impresiona, pero fue al rodearla por el lateral cuando descubrimos los capiteles más curiosos. Algunos están tan escondidos que hay que agacharse para verlos bien. Detrás de la iglesia, subimos a un pequeño altozano desde donde se ve el pueblo con la sierra al fondo. No había nadie, solo silencio y viento.

Y para terminar, una curiosidad literaria. Se cree que el Arcipreste de Hita, autor del Libro del Buen Amor, nació aquí y fue párroco de esta iglesia. Aunque no hay consenso absoluto, varios historiadores defienden esta teoría por referencias indirectas en su obra.

Pedraza: castillo, murallas y artistas

A unos 20 km de Sotosalbos, Pedraza es una villa medieval amurallada que parece detenida en el tiempo. Su única entrada es la Puerta de la Villa, construida en el siglo XI y reconstruida en el XVI por Íñigo Fernández de Velasco. Aún conserva los portones de madera de álamo negro y el escudo de los Velasco.

El Castillo de Pedraza, situado sobre un antiguo castro prerromano, fue restaurado por el pintor Ignacio Zuloaga en el siglo XX, quien lo convirtió en su estudio. En su explanada se han hallado restos celtas y romanos, lo que demuestra la antigüedad del asentamiento. Durante los siglos XVI y XVII, Pedraza vivió su época dorada gracias a la exportación de lana merina a Europa, especialmente a Flandes. Se construyeron palacetes, casas blasonadas y una Plaza Mayor porticada que hoy es una de las más bonitas de España.

Nosotros compramos aquí las entradas al Castillo de Pedraza y nos evitamos las colas. Y nos dieron audioguía.

Pedraza siempre ha estado muy unida al cine ya que ha sido escenario de películas como Campanadas a medianoche de Orson Welles (1965) y La aldea maldita de Florián Rey (1929). Y recientemente el Castillo ha sido adquirido por Santiago Segura y José Mota.

Algo que tenemos pendiente de realizar es visitar Pedraza en julio. Durante dos noches, todo el pueblo se ilumina solo con velas. No hay luz eléctrica, y las calles, balcones y plazas se llenan de miles de llamas. No lo hemos vivido aún, pero nos lo apuntamos como excusa perfecta para volver.

Descubre más sobre qué ver en este hermoso pueblo, en nuestro artículo dedicado a Pedraza.

Sepúlveda. Fueros, iglesias y hoces

A unos 25 km de Pedraza, Sepúlveda es una villa medieval con un pasado milenario. Fue repoblada por Fernán González en el año 940, quien le concedió su famoso Fuero, base jurídica que luego se extendió a ciudades como Zaragoza, Teruel y muchas de la Orden de Santiago. Durante la Edad Media, Sepúlveda llegó a tener 15 iglesias, reflejo de su importancia como centro religioso y cultural. Hoy se conservan templos románicos como la Iglesia de El Salvador (siglo XI), la más antigua de la provincia, y la de San Justo, sede del Museo de los Fueros.

La villa fue escenario de batallas entre cristianos y musulmanes, y también entre España y Portugal. En 1111, cerca de aquí, se libró la Batalla de Candespina, clave para la independencia portuguesa. Además, resistió con valentía la invasión napoleónica en 1808, con incursiones del Empecinado.

Si además de la historia, te interesa la naturaleza, muy cerca se encuentra el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, una reserva de buitres leonados y rutas de senderismo espectaculares. Llegar al parking no es fácil con un turismo normal porque es una carretera de tierra con bastantes baches.

Una vez aparcamos nos acercamos a la ermita de San Frutos por una senda corta. No teníamos tiempo para una ruta larga, pero en apenas veinte minutos ya estábamos frente al cañón, con los buitres sobrevolando en silencio. Es uno de esos lugares que te obligan a parar y quedarte en silencio. Solo el viento, los buitres y el eco del río Duratón.

Por cierto, no te vayas sin probar el cordero asado en alguno de sus mesones tradicionales. Y por supuesto, te recomendamos leer nuestro artículo con lo mejor que ver en Sepúlveda para una visión completa de la localidad.

Día 2. Riaza, Ayllón y Maderuelo

Este segundo día te lleva por el nordeste de la provincia, una zona menos transitada pero llena de historia, arquitectura singular y paisajes que sorprenden. Tres pueblos que comparten raíces medievales, pero cada uno con su propia personalidad. Comenzamos en Riaza, situada a 25km de Sepúlveda y 77km de Segovia. Nosotros hemos ido varias veces desde Madrid y este es el recorrido que solemos hacer.

Riaza. Hierro, arquitectura y tradición

La primera parada del día es Riaza, a unos 25 km de Sepúlveda. El trayecto es tranquilo, y al llegar, lo primero que llama la atención es su Plaza Mayor, de forma elíptica, rodeada de soportales y con un ambiente que recuerda a las antiguas ferias castellanas.

Su origen está ligado a la explotación de filones de hierro, lo que convirtió a la villa en un centro de herreros y forjadores. En 1139, Alfonso VII donó “una aldea de herreros” al obispo de Segovia, lo que marcó el inicio de su señorío eclesiástico.

La Plaza Mayor, de forma elíptica, es el corazón del pueblo. Aquí se celebraban encierros y hasta 1812 se encontraba el rollo o picota, símbolo del poder feudal. El Ayuntamiento, construido en 1723, albergaba la cárcel en su planta baja. Justo detrás se alza la Iglesia de Nuestra Señora del Manto, templo renacentista del siglo XV con una torre de más de 30 metros. En su interior destaca una colección de arte sacro y una imagen de la Piedad policromada.

Tras un paseo por sus calles y una parada para tomar algo en la plaza, seguimos nuestro camino hacia el siguiente destino.

Ayllón: leyendas, nobleza y arquitectura medieval

A solo 22 km de Riaza, el paisaje se vuelve más agreste y el horizonte se llena de tonos rojizos. Ayllón aparece tras cruzar el Puente Romano sobre el río Aguisejo, que nos conduce directamente al Arco de la Villa, entrada al casco histórico.

Este pueblo tiene raíces muy antiguas: fue asentamiento vacceo, luego romano, y finalmente reconquistado por Alfonso VI en 1085. En el siglo XV, Ayllón fue escenario de encuentros diplomáticos entre Fernando de Antequera, la reina Catalina de Lancaster y el futuro Juan II. Aquí también predicó San Vicente Ferrer, impulsando leyes que marcaron la historia de las comunidades judías y mudéjares.

La Plaza Mayor porticada es el corazón del pueblo. En ella se alzan la Iglesia de San Miguel, de origen románico, el Ayuntamiento (antiguo Palacio de los Marqueses de Villena) y la Casa de la Torre, posiblemente el edificio más antiguo de la villa.

Ayllón invita a pasear sin prisa, a descubrir sus rincones escondidos y a imaginar cómo era la vida en sus calles hace siglos. Tras la visita, tomamos rumbo al último pueblo del día, atravesando campos que se abren hacia el embalse de Linares.

Maderuelo. Murallas, embalse y arte románico

A unos 15 km al norte de Ayllón, Maderuelo se alza sobre un cerro, rodeado por las aguas del Embalse de Linares del Arroyo. La entrada al pueblo se hace cruzando un puente que parece sacado de una novela medieval. A la izquierda, si el nivel del agua lo permite, puede verse un puente romano sumergido, que emerge en épocas de sequía.

Maderuelo fue repoblado en el siglo X por Fernán González y llegó a tener diez parroquias en el siglo XII. Fue cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo, una de las más influyentes de la zona.

La Puerta de la Villa nos da acceso a un casco histórico alargado, donde cada calle parece tener siglos de historia. Desde allí se llega a la Plaza de San Miguel, presidida por la iglesia románica del mismo nombre, con capiteles decorados con motivos bíblicos. También destaca la Iglesia de Santa María del Castillo y la Ermita de la Vera Cruz, con frescos medievales que fueron trasladados al Museo del Prado para su conservación.

En nuestra visita, paseamos hasta el extremo del pueblo, donde el cerro se asoma al embalse. El viento era fuerte, pero las vistas eran tan amplias que nos quedamos allí más tiempo del previsto. Desde abajo, el perfil alargado de Maderuelo parece flotar sobre el agua. Desde lo alto del pueblo, las vistas hacia el embalse son espectaculares, especialmente al atardecer. Es el cierre perfecto para un día que ha combinado historia, arquitectura y naturaleza.

Por cierto, no te hemos dicho nada pero puedes saber más sobre Riaza, Ayllón y del pueblo que te hablamos ahora, Maderuelo, en nuestro artículo con lo mejor del nordeste de Segovia.

Día 3. Turégano, Cuéllar, Coca y Santa María la Real de Nieva

El tercer día de ruta nos lleva hacia el oeste de la provincia, cerrando el círculo que iniciamos en Segovia. Dejamos atrás los paisajes del nordeste y nos adentramos en una zona más llana, donde los pueblos se agrupan en torno a fortalezas medievales, iglesias góticas y murallas que han resistido siglos de historia. Es el día de los castillos, de las intrigas políticas y del arte mudéjar.

Si estás haciendo la ruta completa, Turégano se encuentra a unos 65 km de Maderuelo. Desde Segovia son 35km si vas desde allí. Nosotros la hicimos desde Madrid y es la que te contamos aquí.

Turégano. Castillo episcopal y conspiraciones reales

Este día tomamos rumbo hacia Turégano, una villa que sorprende por la integración de su iglesia en el interior del castillo. El Castillo de Turégano, construido sobre un antiguo castro celtíbero, fue fortificado por el obispo Juan Arias Dávila en el siglo XV, convirtiéndolo en una fortaleza episcopal única en España.

Aquí se vivieron episodios históricos como la prisión de Antonio Pérez, secretario de Felipe II, acusado de corrupción y traición. También fue escenario de reconciliaciones entre Juan II y Álvaro de Luna, y de documentos fundacionales como el del Monasterio de San Benito de Valladolid.

La Plaza de España, porticada y alargada, es el centro neurálgico del pueblo. Desde allí se accede a la Iglesia de Santiago, con su ábside policromado y su pila bautismal barroca.

En nuestra visita, aparcamos junto a la plaza y subimos por la calle empedrada que lleva al castillo. No es una cuesta larga, pero el sol de media mañana se hacía notar. Al llegar, la vista desde lo alto compensa el esfuerzo: gracias a los tejados rojizos, campos abiertos y el perfil de la iglesia de Santiago al fondo.

Cuéllar. Murallas, mudéjar y nobleza

A unos 40 minutos de Turégano, llegamos a Cuéllar, una villa medieval que conserva uno de los recintos amurallados más extensos de Castilla. Cuéllar es otra villa, pero bastante más grande que las anteriores. Cuenta con casi 10.000 habitantes por lo que aquí las distancias son más grandes y tardarás un poco más en recorrerla.

Su Castillo de los Duques de Alburquerque, de origen medieval y ampliado en el siglo XV, fue residencia de nobles, escenario de bodas reales y prisión durante la Guerra Civil. Por allí pasaron María de Molina, reina consorte de Castilla, o Juan II, entre otros. Por supuesto, puedes visitarlo e incluso hacen visitas guiadas.

Dejamos el coche en la parte baja del pueblo y empezamos a subir hacia el castillo. No parecía tanto, pero la cuesta se fue haciendo más empinada de lo que esperábamos. Al llegar, el esfuerzo se olvida ya que el castillo es imponente, y las vistas desde la muralla son espectaculares. La visita teatralizada nos sorprendió. No esperábamos que los personajes históricos cobraran vida de forma tan divertida.

Cuéllar es también capital del arte mudéjar en Segovia. Iglesias como San Esteban, San Andrés y San Martín muestran la riqueza decorativa de este estilo, con ladrillo como protagonista.

Coca. Gótico-mudéjar en estado puro

Continuamos nuestro recorrido por los mejores pueblos que visitar en Segovia y vamos camino de otro pueblo con castillo. Otro que puedes visitar y que resulta sencillamente espectacular.

A unos 30 km de Cuéllar, entre pinares y tierras rojizas, se alza el Castillo de Coca, una de las fortalezas más espectaculares de España. Construido en el siglo XV por Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, es un ejemplo perfecto del estilo gótico-mudéjar, con torres, almenas y patios decorados con ladrillo y cerámica.

El castillo fue residencia señorial, prisión de nobles y escenario de ataques comuneros. Hoy alberga la Escuela de Capacitación Forestal, y se puede visitar con guía para descubrir sus salas, mazmorras y la impresionante Torre del Homenaje.

Nosotros hicimos la visita guiada que pensábamos que no iba a gustar a los niños pero la verdad es que les encantó. Subimos a la Torre del Homenaje por una escalera estrecha y empinada. Arriba, el viento soplaba fuerte y las vistas eran amplias, con los tejados de Coca extendiéndose como un tablero de ajedrez. En el interior, nos sorprendió su pequeña exposición de objetos arqueológicos.

Por cierto, Coca también cuenta con otra torre mudéjar, la Torre de San Nicolás, que perteneció a una iglesia y que es otra joya de este tipo de arte.

Santa María la Real de Nieva. Arte gótico y leyendas

A unos 20 km de Coca, llegamos a Santa María la Real de Nieva, donde se encuentra el Monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña, fundado por Catalina de Lancaster en 1393 tras el hallazgo milagroso de una imagen de la Virgen enterrada.

El conjunto gótico incluye una iglesia con portada flamígera y un claustro con 87 capiteles historiados, que narran escenas bíblicas, agrícolas, bélicas y de la vida cotidiana medieval. Aquí fue enterrada Blanca I de Navarra en 1441, aunque su tumba se perdió hasta ser redescubierta en 1994.

Este pueblo, aunque menos conocido, es una parada imprescindible para los amantes del arte gótico y la historia medieval.

Visita extra: La Granja de San Ildefonso

Aunque no forma parte del recorrido principal de esta ruta por la provincia de Segovia en 3 días, no podíamos cerrar el artículo sin mencionar uno de los lugares más espectaculares de toda la región: La Granja de San Ildefonso. Para visitarla necesitas al menos medio día por lo que no podíamos incluirlo en los días anteriores.

Situado a solo 15 km de la ciudad de Segovia, este Real Sitio fue mandado construir por Felipe V en 1720 como residencia de verano, inspirado en el Palacio de Versalles. El resultado fue un conjunto monumental que combina arquitectura barroca, jardines franceses, fuentes mitológicas y edificios históricos que reflejan el esplendor de la monarquía borbónica.

El Palacio Real de La Granja, con su Salón de los Espejos, la Capilla Real y las estancias privadas de los reyes, es una visita imprescindible. Pero lo que realmente enamora son sus jardines barrocos, con más de 26 fuentes decoradas con esculturas de dioses clásicos, que se activan en espectáculos únicos durante el año.

Además, puedes visitar la Real Fábrica de Cristales, la Casa de Oficios, las Caballerizas Reales y otros edificios que formaban parte del complejo cortesano. Si dispones de un cuarto día, dedica una jornada completa a La Granja. Y si no, puedes incluirla como escapada independiente en otro momento. Merece la pena.

Preguntas frecuentes sobre la ruta por los pueblos de Segovia en 3 días

¿Se puede hacer esta ruta desde Madrid sin dormir fuera?
Sí, aunque es más cómodo dividirla en tres días consecutivos, también puedes hacerla en días alternos desde Madrid. Los pueblos están relativamente cerca y los trayectos son asumibles.

¿Dónde es mejor dormir durante la ruta?
Una buena opción es dormir en Sepúlveda tras el primer día, repetir en el segundo si se visita el nordeste, y buscar alojamiento cerca de Cuéllar o Coca para el tercero. Hay casas rurales y hoteles con encanto en casi todos los pueblos.

¿Es una ruta adecuada para hacer con niños?
Sí, aunque algunos trayectos son largos, los pueblos tienen espacios abiertos, castillos que suelen gustarles y zonas naturales como las Hoces del Duratón. Eso sí, conviene adaptar el ritmo.

¿Cuántos kilómetros se recorren en total?
Aproximadamente 250–300 km en total, dependiendo del punto de partida y si se hace el recorrido circular completo. Los trayectos entre pueblos suelen rondar los 20–30 km.

¿Cuál es el mejor momento del año para hacer esta ruta?
Primavera y otoño son ideales por el clima y los colores del paisaje. En verano puede hacer calor, pero Pedraza celebra el Festival de las Velas en julio, una experiencia única.

¿Es necesario reservar para visitar los castillos?
En algunos casos sí, especialmente en Pedraza y Coca si se quiere hacer la visita guiada. En Cuéllar, la teatralizada es muy recomendable y conviene reservar con antelación.

una ruta para saborear Segovia con calma

Recorrer la provincia de Segovia en tres días es mucho más que visitar pueblos bonitos. Consigues sumergirte en siglos de historia, caminar por calles que han visto pasar reyes, nobles, artesanos y viajeros, y descubrir rincones que aún conservan el alma de Castilla. Esta ruta ofrece una experiencia completa: historia, arquitectura, naturaleza y autenticidad.

No hace falta correr. Cada pueblo merece su tiempo, su paseo tranquilo, su conversación con los vecinos, su comida típica. Y si no puedes hacerlo todo en tres días, no pasa nada. Segovia está cerca, y siempre invita a volver. Nosotros lo tenemos claro: siempre que volvemos a Segovia, encontramos un nuevo motivo para quedarnos un día más.

Esperamos que esta ruta te inspire a descubrir la provincia con otros ojos, a salir de los itinerarios más conocidos y a disfrutar del viaje tanto como del destino. Porque al final, eso es lo que queda, los momentos vividos, los paisajes admirados y las historias que uno se lleva consigo.

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