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Qué ver en Segovia en 2 días. Más allá que el Acueducto

Si tienes la suerte de contar con dos días para visitar Segovia, estás ante una oportunidad única de descubrir esta ciudad Patrimonio de la Humanidad con calma, profundidad y sin dejarte nada importante por el camino. Segovia no es solo el Acueducto, aunque verlo por primera vez impresiona, es también una ciudad de reinas, poetas, comuneros y leyendas que se esconden entre sus piedras centenarias.

En este artículo te proponemos una ruta completa con lo mejor que ver en Segovia en dos días, combinando los grandes imprescindibles del casco histórico con joyas menos conocidas, monasterios, miradores y hasta un palacio real rodeado de jardines mitológicos. Todo ello acompañado de contexto histórico, curiosidades y consejos prácticos para que tu visita sea inolvidable.

Y si al terminar te quedas con ganas de más, siempre puedes ampliar la experiencia explorando algunos de los pueblos más bonitos de la provincia de Segovia, que también guardan su propia historia.

Qué ver en Segovia en dos días

Primer día en Segovia, los imprescindibles del casco histórico

Nuestro primer día en Segovia lo dedicamos a recorrer su alma histórica, esa que se revela en cada piedra, cada plaza y cada leyenda. Siguiendo el itinerario que ya detallamos en nuestro artículo sobre qué ver en Segovia en un día, nos sumergimos en un viaje por siglos de historia, arquitectura y memoria viva.

Comenzamos junto al Acueducto romano, una obra maestra de ingeniería que aún se mantiene en pie sin argamasa, y que nos recibe como si fuera la puerta ceremonial a la ciudad. Desde allí, nos adentramos en la Plaza del Azoguejo, antiguo mercado medieval, y subimos por la Calle Cervantes, donde descubrimos miradores, casas nobiliarias y leyendas que aún se susurran entre balcones.

Segovia - Acueducto

La ruta nos lleva a la Plaza de Medina del Campo, presidida por la estatua de Juan Bravo, héroe comunero, y por la Iglesia de San Martín, una joya del románico castellano. Desde allí llegamos a la Plaza Mayor, donde fue proclamada Isabel la Católica como Reina de Castilla en 1474, y donde se alza la majestuosa Catedral de Segovia, conocida como la “Dama de las Catedrales”.

Tras visitar su interior, nos dirigimos al Barrio de Canonjías y la Plaza de la Merced, donde Santa Teresa de Jesús fundó un convento y San Juan de la Cruz ofició su primera misa. Finalmente, llegamos al Alcázar de Segovia, castillo de cuento que fue residencia real y centro de saber bajo el reinado de Alfonso X el Sabio.

Para cerrar el día, recomendamos pasear por la Judería, el Barrio de San Esteban y visitar la Casa Museo de Antonio Machado, donde el poeta vivió y escribió algunos de sus versos más célebres.

Qué ver en Segovia el segundo día

Tras un primer día intenso recorriendo los grandes monumentos del casco histórico, hoy nos alejamos del bullicio para descubrir una Segovia más silenciosa, espiritual y legendaria. Nos adentramos en el valle del Eresma, un entorno natural que abraza la ciudad por el norte y que guarda algunos de sus rincones más especiales.

Monasterios, leyendas templarias y vistas secretas en el valle del Eresma

Comenzamos el día en el Monasterio de Santa María del Parral, fundado en el siglo XV por Enrique IV y habitado por monjes jerónimos. Aunque es de clausura, se puede visitar en horarios concretos, y merece la pena por sus claustros que combinan estilos gótico, mudéjar y plateresco en perfecta armonía. Pasear por sus patios silenciosos es como entrar en otra época, donde el tiempo parece suspendido entre columnas y rezos.

Desde aquí, el sonido del río Eresma nos acompaña mientras caminamos hacia otro lugar cargado de misterio.

A pocos pasos del monasterio se alza la Iglesia de la Vera Cruz, una construcción románica del siglo XIII que se atribuye a los Caballeros Templarios. Su planta dodecagonal y su torre robusta le dan un aire casi militar, como si aún protegiera secretos medievales. En su interior se encuentra la Capilla del Lignum Crucis, donde se veneró una reliquia de la cruz de Cristo, lo que añade un aura mística al lugar.

La atmósfera aquí es especial. El silencio, la piedra, la luz que entra por los pequeños vanos… todo invita a la contemplación. Y si salimos al exterior, descubrimos uno de los mejores miradores de Segovia.

Desde la Pradera de San Marcos, justo al pie de la iglesia, se obtiene una de las vistas más espectaculares del Alcázar de Segovia. Aquí, el castillo se alza sobre el promontorio rocoso como si flotara entre árboles y cielo. Es el lugar ideal para hacer una pausa, tomar fotos o simplemente dejarse impresionar por la belleza del paisaje.

Este rincón, poco frecuentado por los visitantes que se quedan en el centro, es uno de esos tesoros que hacen que visitar Segovia en dos días sea una experiencia mucho más completa.

Jardín de los Poetas y Casa de la Moneda: arte, naturaleza y patrimonio industrial junto al Eresma

Tras disfrutar de las vistas desde la Pradera de San Marcos, cruzamos el río Eresma y nos adentramos en uno de los rincones más tranquilos y evocadores de Segovia, el Jardín de los Poetas. Este espacio verde, poco conocido por los visitantes, ofrece una panorámica única del Alcázar desde un ángulo menos habitual. Aquí, entre árboles y senderos, se respira una calma que invita a la reflexión. No es difícil imaginar a Antonio Machado paseando por aquí, buscando versos entre las hojas.

Muy cerca se encuentra la Real Casa de la Moneda, uno de los grandes tesoros del patrimonio industrial español. Mandada construir por Felipe II y diseñada por Juan de Herrera, este conjunto de edificios del siglo XVI fue la primera casa de moneda mecanizada de Europa. Hoy alberga un museo fascinante donde se explica el proceso de acuñación, se exhiben máquinas originales y se cuenta la historia del poder económico del imperio. El sonido del agua del canal que alimentaba las ruedas hidráulicas aún acompaña la visita, como un eco del pasado.

Desde aquí, subimos hacia la Iglesia de San Juan de los Caballeros, una de las más antiguas de Segovia, con origen visigodo y estructura románica. Su aspecto austero contrasta con la riqueza artística que guarda en su interior, donde se encuentra el Museo Zuloaga, dedicado al pintor Ignacio Zuloaga, que convirtió este templo en su taller y espacio expositivo. Las obras del artista, junto con piezas de arte sacro y cerámica, hacen de este museo una parada inesperada y muy recomendable.

Este tramo del segundo día nos muestra una Segovia menos monumental pero profundamente auténtica, donde el arte, la historia y la naturaleza se entrelazan en cada paso.

Muralla de Segovia, Puerta de San Andrés e Iglesia de San Justo: defensas medievales y arte románico oculto

Tras disfrutar del valle del Eresma y sus tesoros, regresamos al casco histórico por una ruta que nos permite descubrir otro de los elementos más fascinantes de la ciudad: su muralla medieval. Rodeamos el Alcázar por su parte trasera y comenzamos a caminar junto a los restos de esta antigua estructura defensiva que protegía Segovia desde tiempos romanos, aunque la mayor parte de lo que vemos hoy corresponde a los siglos XI y XII.

La muralla, construida en piedra caliza, conserva varias puertas históricas, pero hay una que destaca por su valor simbólico y arquitectónico, la Puerta de San Andrés. De estilo mudéjar, esta entrada era utilizada por la comunidad judía para acceder a su cementerio, y fue también la puerta por la que salieron tras su expulsión en 1492. Hoy, desde sus almenas, se obtienen vistas preciosas del valle y del perfil de la ciudad, y se puede acceder directamente a la Judería si queremos volver a recorrerla.

Muy cerca de allí se encuentra una joya poco conocida: la Iglesia de San Justo, una pequeña construcción románica que guarda en su interior uno de los conjuntos de frescos medievales más interesantes de Segovia. Representan escenas del Juicio Final y otras figuras bíblicas con una expresividad que sorprende por su antigüedad. La iglesia suele pasar desapercibida, pero entrar en ella es como abrir una ventana al arte sacro del siglo XII.

Monasterio de San Antonio el Real: arte gótico, devoción y vida palaciega en las afueras de Segovia

Nos alejamos ahora del casco histórico para descubrir una joya algo más retirada pero absolutamente imprescindible: el Monasterio de San Antonio el Real, situado al este de la ciudad. Aunque no suele aparecer en las rutas más turísticas, este antiguo palacio real reconvertido en monasterio guarda en su interior una riqueza artística y espiritual que sorprende desde el primer momento.

Fundado en el siglo XV por Enrique IV como residencia de descanso, el edificio fue cedido posteriormente a la orden franciscana, que lo convirtió en un centro religioso. Al entrar, lo primero que llama la atención es su claustro gótico-mudéjar, decorado con artesonados de madera policromada que parecen flotar sobre los arcos. Es uno de los mejores ejemplos de la fusión entre arte cristiano e islámico en Castilla.

visitar Segovia en dos días - Monasterio San Antonio el Real

La visita continúa por la iglesia, donde se conservan obras de arte sacro de gran valor, como un relicario de San Antonio de Padua, varios trípticos flamencos de la Escuela de Utrecht y mobiliario original de época. También destaca la Casa de Campo, con estancias que aún conservan el ambiente palaciego del siglo XV.

Este monasterio, silencioso y lleno de detalles, nos ofrece una Segovia más contemplativa, donde el arte y la historia se entrelazan en un entorno de recogimiento. Y aunque está algo alejado del centro, merece absolutamente la pena acercarse para cerrar el recorrido urbano antes de poner rumbo al gran final de esta ruta: el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.

Palacio Real de La Granja de San Ildefonso

Para cerrar nuestra ruta de dos días por Segovia, nos desplazamos unos 11 kilómetros al norte, hasta el Real Sitio de San Ildefonso, donde se encuentra uno de los palacios más impresionantes de España: el Palacio Real de La Granja. Rodeado por la Sierra de Guadarrama, este enclave fue elegido por Felipe V, primer Borbón en el trono español, como residencia de verano, y su construcción a principios del siglo XVIII convirtió la zona en un auténtico Versalles castellano.

Al entrar, nos sorprende la elegancia de sus salas: el Dormitorio Real, la Galería de las Estatuas, el Museo de Tapices… cada espacio refleja el gusto refinado de la corte borbónica y el poder simbólico que el monarca quiso proyectar. Pero si hay algo que realmente convierte La Granja en un lugar único, son sus jardines.

que ver en segovia en 2 días

Diseñados al estilo francés, los jardines del palacio están salpicados por 26 fuentes ornamentales inspiradas en la mitología clásica. Algunas de ellas, como La Fama, Andrómeda o Neptuno, alcanzan su máximo esplendor cuando se ponen en funcionamiento, especialmente en fechas señaladas. Pasear por estos senderos entre esculturas, setos y estanques es una experiencia que combina arte, naturaleza y fantasía.

Si dispones de tiempo extra, te recomendamos visitar también la Real Fábrica de Cristales, situada en el mismo municipio. Fundada en el siglo XVIII para abastecer a la corte, este museo ofrece una experiencia fascinante sobre la historia del vidrio en España. Además de exposiciones, se pueden ver demostraciones en vivo de soplado de vidrio, lo que convierte la visita en una actividad ideal para adultos y niños.

qué ver en Segovia en dos días y por qué volver siempre es buena idea

Después de dos días recorriendo Segovia, podemos decir que esta ciudad no solo se visita, se vive. Hemos caminado bajo arcos romanos, escuchado leyendas templarias, contemplado frescos medievales, paseado por jardines mitológicos y descubierto rincones que no aparecen en las guías. Desde el corazón histórico hasta los monasterios escondidos y los palacios reales, Segovia en dos días nos ha ofrecido una experiencia completa, rica en historia, arte y emoción.

Y aunque hemos visto mucho, sabemos que Segovia guarda aún más secretos. Por eso, si tienes la oportunidad de volver, te animamos a explorar sus museos, conventos, rutas naturales y pueblos cercanos si tienes más días. Esperamos que esta guía te haya ayudado a planificar qué ver en Segovia en dos días, y que te animes a vivirla como lo hicimos nosotros: con curiosidad, con calma y con los ojos bien abiertos.

Para más información sobre lo mejor que ver en Segovia puedes visitar su página oficial de turismo.

 

 

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