Siempre ha estado a la sombra de los otros dos grandes palacios de Viena, pero el Palacio Belvedere, es una obra de arte barroca que no debes dejar de visitar y que además se complementa con unos jardines realmente espectaculares.
Está formado por dos palacios, el alto y el bajo, aunque el realmente interesante es el alto y en su interior (de ambos) podemos ver varios museos y colecciones de arte que seguro que te gustarán.
Aunque no son como el Palacio de Hofburg o el Palacio de Schönbrunn, también merece una visita.
Visitar el Palacio Belvedere de Viena
El tamaño de los dos edificios del Palacio Belvedere no son demasiado grandes en comparación con los otros dos palacios por lo que su visita es más corta.
El edificio principal, el palacio alto, es el más bonito y con una fachada mucho más espectacular.
En su interior no hay excesiva decoración y solo se exhiben las obras de arte correspondientes al Museo de Arte Barroco, al Museo de Arte Medieval y a la Galería Austriaca.
Estas obras se encuentran repartidas entre ambos edificios. Su obra más importante es El Beso, de Gustav Klimt.

Los dos palacios se encuentran enfrentados dejando en el medio los bonitos jardines, por los que en su día pasearía el Príncipe Eugenio de Saboya, que mandó construir este palacio para fijar su residencia de verano y también para las fiestas que solía organizar.
Puedes encontrar más información en la página oficial del Palacio Belvedere.