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Visitar el Castillo de Dublín, el gran testigo de la historia de la ciudad

Al sur del Río Liffey se encuentra uno de los principales atractivos que ver en Dublín, su Castillo. Fue construido a partir del siglo XII aunque la mayor parte del edificio que hoy podemos visitar data del siglo XVII tras la reconstrucción obligada por un incendio que lo destruyó en parte.

A lo largo de todos estos siglos ha tenido diferentes usos que van desde residencia real hasta sede del Gobierno de Irlanda e incluso Tribunal de Justicia.

No esperes ver el típico castillo, pero este monumento resulta aún así muy interesante.

Qué visitar en el Castillo de Dublín

Dublin - Castillo - Patio ArmasHaber tenido tantos usos a lo largo de la historia hace que una visita al Castillo de Dublín sea muy completa ya que podrás ver diferentes ambientes creados para diferentes usos.

Hoy en día se usa para las recepciones oficiales y otros acontecimientos como las tomas de posesión de los presidentes de Irlanda.

Se puede visitar el Castillo de Dublín gracias a una visita guiada, solo en inglés, de unos 45 minutos en la que podrás conocer todos sus entresijos y te contarán la historia del edificio, que por otra parte es también historia de Irlanda.

dublin-castillo-exteriorLa visita comienza en el Rellano de las Hachas de Guerra, situado a la entrada del Salón del Trono y que era donde se situaba la Guardia Real para protegerlo.

De allí se pasa a los apartamentos reales, visitando entre ellos el Salón del Trono y otros aposentos de los antiguos reyes de Irlanda que se encuentran decorados acorde a la época.

La Capilla Real y los Apartamentos del Virrey son lugares que no te debes perder.

La Capilla Real, de estilo neogótico, fue la capilla oficial del Lord Teniente de Irlanda (representante del Reino Unido) hasta la independencia de Irlanda en 1922.

De ella destacan los escudos de armas de cada una de las ventanas que representan a cada uno de los lores que ha habido desde la Edad Media. En su cripta se suelen hacer exposiciones culturales.

La Torre de la Pólvora es el último destino y allí se encuentra una bóveda subterránea donde existen unos restos de la antigua calzada adoquinada de Dublín.

Del exterior del Castillo de Dublín hay que destacar el jardín anexo, muy sencillo pero a la vez acogedor, y también el adoquinado patio principal, donde se encuentra la famosa Torre Bedford, de estilo georgiano, construida en el siglo XVIII y que tiene a sus lados dos arcos que representan la Fortaleza y la Justicia.

Puedes encontrar más información en la página oficial del Castillo de Dublín.