Cerca del final de la Ría de Nervión, uniendo Getxo y Portugalete, nos encontramos con el Puente de Vizcaya, una estructura de hierro que es Patrimonio de la Humanidad y que se trata del primer transbordador que se construyó en el mundo.
El Puente Colgante, como también se le conoce, es uno de lo símbolos de la Revolución Industrial y uno de los emblemas de la ciudad de Bilbao (aunque no está realmente en esta ciudad).
Se construyó para unir Portugalete con el barrio de Las Arenas de Getxo sin que afectara al paso de los barcos hacia el puerto de Bilbao, uno de los más importantes de Europa.
Historia y construcción del Puente de Vizcaya
Los orígenes del puente se remontan a finales del siglo XIX
Fue cuando se encargó a Alberto Palacio Elissague (por eso también se le conoce Puente Palacio), el diseño de un puente para unir los dos barrios de la desembocadura del Nervión sin entorpecer el paso de los barcos.
La inauguración del Puente de Vizcaya se realizó en 1893 convirtiéndose en el primer puente transbordador de hierro del mundo facilitando el tránsito entre las dos orillas de unas zonas que recibían gran afluencia de turistas gracias a sus balnearios.
El puente fue el ganador de una serie de proyectos que se presentaron y es uno de los pocos supervivientes de aquella época de los diferentes puentes de hierro, que se basaban en él, que se construyeron posteriormente.
Descripción y funcionamiento del puente
El Puente de Vizcaya, que fue considerado un símbolo de progreso y poder a finales del siglo XIX, está formado por 4 torres de 61 metros de altura unidas por una viga de nada menos que 160 metros de longitud situada a 45 metros sobre la ría.
Fue construido en hierro como las principales grandes construcciones de la época, como por ejemplo la Torre Eiffel, ya que se consideraba que este mineral era símbolo de progreso al ser el material utilizado para construir los grandes avances de la Revolución Industrial.
El puente funciona las 24 horas del día y realiza un viaje cada 8 minutos. En su barquilla puede transportar hasta 6 turismos y 200 pasajeros uniendo ambas orillas en un minuto y medio.
Además, para poder recibir visitas turísticas, el puente cuenta desde 1999 de 2 ascensores situados en cada uno de los extremos para poder acceder a la pasarela peatonal.
Visitar el Puente de Vizcaya
Además de utilizar el puente para desplazarse entre las dos orillas de la Ría de Bilbao también se puede realizar una visita turística en la que descubrirás todos los secretos del Puente de Vizcaya.
Si decides visitar el puente como lo haría un vizcaíno no tienes más que subir a la barquilla y desplazarte entre Getxo y Portugalete, o viceversa.
Las tarifas para subir a la barquilla dependen de la hora del día (funciona las 24h). Puedes encontrar las tarifas completas en la página oficial del Puente de Vizcaya.
Si quieres acceder a través de los ascensores panorámicos a la pasarela, que está a 45 metros de altura, tendrás unas vistas geniales de la Ría de Bilbao y además podrás escuchar la historia del Puente. También existe la posibilidad de realizar una visita guiada.
Puedes encontrar más información en la página oficial del Puente de Vizcaya.